Me acoste con mi mejor amigo ¿Y ahora qué?

Todo puedo cambiar.

Esta historia se remonta a primero de carrera de Periodismo. Edu y Hugo se conocen desde pequeños siempre habían estado juntos en el colegio, en la peluquería de la madre de Hugo... Eran tan similares, que hasta a la hora de hacer por aquel entonces la PAU, tenían claro cuál iba ser su objetivo.

Sus caminos nunca habían estado tan unidos, cuando ambos fueron aceptados en la misma universidad, en el mismo grupo.
Era el mes de septiembre corrían las primeras fiestas universitarias, para ir conociendo gente, nuevas amistades, nuevos amores... lo que no les quitaba tiempo de pasar a ellos dos solos sin ninguna intención mayor, que la de convivir como buenos amigos.
En una de estas fiestas Hugo le dio raíz que esta noche fuera a su casa. Los dos estaban bastante borrachos. Él le había invitado a ir a su casa, para hablar como otras tantas veces habían hecho. Ya que estaba pillado del mítico "guaperas" de clase, del que todo lo que tiene de guapo, lo tiene de "subnormal"... Pero esta vez algo fue diferente ya que  se pusieron a coquetear en broma hasta que una cosa llevo a la otra y cuando se dieron cuenta ya estaban en la cama.  
Al día siguiente ninguno sabía quién había empezado de los dos... fue incómodo cuando se despertaron. Como que no se atrevían a hablar del asunto. Hugo se sentía algo más culpable y hasta se preguntaba qué pasaría con su amistad con Edu. ¿Y ahora qué iba pasar?
Ante esta situación se le planteaban varias formas de actuar y las voy argumentar bajo mi punto de vista:
Una de las formas de actuar como si no hubiera pasado nada y seguir como si nada. Pienso que es un error porque ha pasado algo, ¡Te has tirado a tú mejor amigo! No tiene por qué cambiar nada, pero las personas hablando se entienden. Es necesario una conversación para que ninguno se sienta incómodo porque puede ser que tú estés bien ¿Pero... y él? Como sabes que está igual que tú, peor o mejor...
Otra forma de actuar ante esta situación, es plantearse directamente una conversación y aclarar las cosas lo antes posible. La que creo que es la mejor opción, porque así cada uno se sincera con el otro. De esta forma sabes lo que le está pasando por la cabeza  y consigues dormir tranquilo.
Ante estas formas de actuar  hay distintas reacciones obviamente dependiendo de las personas. Puede ser de miedo, rechazo, o de aquí no ha pasado nada.

Si os preguntáis mi opinión directa sobre este tema, sería la siguiente: por suerte o desgracia mis mejores amigos de toda la vida ningun es homosexual. Así que partiendo de esa base es imposible que me plante acostarme con ellos. A lo que muchos os preguntaréis ¿...y en Madrid qué? Mi mejor amigo de Madrid sea seguramente, mi compañero piso. El cual si es gay, pero siempre lo he visto como un amigo, ya más que un amigo es mi persona de confianza, la que sé que ha vivido mis mayores fiestas y mis días más oscuros, la que estará en mis mayores logros y en mis fracasos porque al fin y al cabo eso es un mejor amigo ¿No? Un hermano que no tiene tu misma sangre pero que le guardas el mismo sentimiento.

Si me pusiera en el caso de que hubiera una atracción sexual recíproca por ambas partes y nos acostáramos no sé qué pasaría. Si los dos tuviéramos un consenso antes de hacerlo y una conducta adulta hablando que iba ser un momento de placer en el que simplemente iba a ver un intercambio de fluidos corporales, no creo que pasara nada... Pero como no es el caso, os quedaréis con las ganas ¡Cotillas!

NOVEDAD: Vídeo con mis maravillosos colaboradores.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Plumofobia con Jose Mola

Mariliendres, la mejor compañía de los gays.